Please Note: Our English website issues American Tax receipts (501 (c) 3).
For an Israeli tax receipt (Seif 46), please remain on the Hebrew website.
Thank you!

Es el Proyecto Madre de Yad Eliezer. Cada mes se reparten miles de canastas familiares que incluyen diversos productos de primera necesidad en el hogar. Cuando la canasta familiar llega a la familia, encontrará, seguramente, un pequeño niño que espera poder degustar de un poco más de pan, sentirse más aliviado y disfrutar de alimentos básicos.
Todo comenzó con una discusión conyugal entre el Rav Wizel y su esposa, (fundadores de Yad Eliezer). El tema en disputa era si en un país evolucionado como Israel, en pleno siglo veinte, ¿existe aún gente que sufra de hambre?
El Rav Yaacov sostenía categóricamente que en un país con un proyecto de gobierno que activa a favor de la ayuda y la beneficencia, no es posible llegar a esa situación. Mientras que su esposa, Hadasa, discutía rotundamente aseverando que ella misma conocía gente en ese estado. Sin poder creer en la veracidad de sus palabras, decidió el Rav Yaacov, investigar el tema, simplemente para demostrar a su esposa que está en un error. Mas, para su gran asombro- por no decir gran pesar – corroboró que esta vez, perdió en la discusión.
La pobreza y el hambre que descubrió, lo llevaron junto a su esposa -la ganadora de la discusión- a proclamar una gran guerra. Una guerra heroica, quizás una guerra sin muchas probabilidades de ganar: la lucha por acabar con el hambre en Eretz Israel.
En los primeros años de la Organización, el Rav y su esposa trabajaron durante largas e interminables horas con el objeto de preparar una canasta tras otra. Otra pasta, otro aceite, otra lata de conservas y otro pollo. Una canasta familiar compuesta de alimentos básicos, tratando de proporcionar a las familias tan necesitadas, un poco de alivio a sus penas. Todo fue recolectado entre vecinos y amigos que aportaban diversos alimentos básicos, una semana tras otra.
Desde ese entonces, hasta hoy en día, la pasión por ayudar no aminoró en absoluto y la calidez del corazón no se enfrió ni un poquito. El tamaño de las canastas aumentó, la cantidad de familias necesitadas que se benefician, también se agrandó sobremanera. La Asociacion Yad Eliezer aún continúa activando, empujados por una humilde ambición: la de proporcionar ayuda y realizar el deseo de tantas familias que sueñan con poder alimentarse dignamente.
En el proyecto de entrega de las canastas, Yad Eliezer se preocupa por maximizar la cantidad y calidad de los aportes. Una organización de miles de voluntarios y voluntarias recogen los productos en cada calle de cada barrio, según un programa anual especial. Otro grupo de voluntarios se encargan de clasificar los alimentos que se reciben cada semana en cajas, ocupándose también, de adquirir los alimentos faltantes en compras mayoristas. La gente de Yad Eliezer entrega canastas envueltas con calidez y amor, en forma respetuosa y anónima, a miles de familias a lo largo de todo el país.
Los ojos llenos de lágrimas, fruto de la miseria, que de pronto se iluminan. La sonrisa avergonzada llena de agradecimiento al recibir la canasta, relatan la maravillosa historia de la Asociacion Yad Eliezer.
Es un mérito para ti, ser parte de este magnífico emprendimiento.