Purim es una festividad de plena alegría. Muchas familias que luchan por la supervivencia diaria, esperan ansiosos la fiesta de Purim para ser merecedores de las Matanot Laevionim. El dinero que recibe Yad Eliezer para ese fin, es distribuido entre las familias más indigentes, para quienes resulta un respiro de alivio, permitiéndoles unos momentos de alegría tanto para los niños como para sus padres.

La alegría de un auténtico Yehudí llega a su plenitud solo cuando alegra a un hermano, a un vecino. Ya escribió el Ramba»m (Maimónides): «Es preferible que el hombre aumente en su Mitzvá de Matanot Laevionim en la fiesta de Purim, más que excederse en la comida festiva o en los Mishlojei Manot a sus conocidos. Ya que no hay alegría más espléndida y bella que la de alegrar el corazón de los carenciados, los huérfanos y las viudas…»

Yad Eliezer activa una compleja cuadrilla de voluntarios especializados quienes recolectan el dinero de Tzdaká (donativos) y las Matanot Laevionim. Las mismas se pueden donar a través de cualquier forma de pago y serán distribuidas en silencio y con gran respeto a centenares de familias el mismo día de Purim, para aumentar y ampliar la alegría de ese gran día.

Como es tradición en Yad Eliezer, nos comprometemos a entregar el total de la suma donada, sin resarcimiento de gastos, en manos de miles de familias carenciadas, en el día de Purim.

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No hay alegría más espléndida y bella que la de alegrar el corazón de los carenciados, los huérfanos y las viudas